Hoy hablaremos de ti y de mí y de nuestra extraordinaria capacidad para adaptarnos a las distintas circunstancias que vivimos.
Sin darnos cuentas o afortunadamente haciéndolo consciente, somos seres muy capaces, que por supervivencia, nos vamos haciendo a todo aquello que nos va ocurriendo, adquiriendo nuevas destrezas y superándonos en cada adversidad.
La pena es que muchos de nosotros desconocemos que tenemos esta riqueza interna y desaprovechamos grandes ocasiones de cambio y aprendizaje. Sin embargo, tarde o temprano, la vida nos enfrenta con alguna situación de dificultad y nos ofrece una grandísima oportunidad para ampliar nuestra percepción de las cosas, reevaluar nuestros propios recursos y sobre todo, adquirir nuevas herramientas ante nuevas crisis.
Usualmente, cuando salimos airosos de alguna situación, nuestro cerebro por economía cognitiva, almacena todos aquellos pasos llevados a cabo como precaución ante alguna situación futura con características similares, de modo que si más adelante, volvemos a vivir alguna circunstancia similar, ya sabremos qué hacer…
Lo que sucede con esto es que nos hacemos fieles a unas pocas formas de reaccionar, apegándonos a ellas como si fuesen nuestros “caballitos de batalla”. De esta manera, volviéndonos rígidos en nuestro actuar, podemos llegar a sufrir mucho.
Si es cierto que nos han funcionado en el pasado y por eso nos dan seguridad, no tendríamos por qué pensar que serán de igual utilidad en nuestro presente ni mucho menos en el futuro. No nos damos cuenta del peligro que esto nos puede traer y sin saberlo, nos limitamos.
El intentar forzar una respuesta estereotipada a una situación determinada, en vez de adaptarla a las características propias de dicha situación, siempre será una solución muy poco efectiva.
A la capacidad para adaptarnos a los cambios de forma exitosa, siendo flexibles y consiguiendo sobreponernos ante cualquier situación difícil, saliendo incluso fortalecidos de las mismas, se le conoce con el nombre de RESILIENCIA!!
Podemos llegar a aprender a superar obstáculos de manera exitosa, sobre todo en situaciones de incertidumbre, siempre y cuando estemos dispuestos a ser coherentes con lo que sentimos, pensamos y actuamos. Quizás la clave sea ser flexibles y estar abiertos a todo lo que nos ocurra, percibir cada situación como una posibilidad de aprendizaje y de desarrollo personal.
Si huimos, tendremos siempre la confirmación de que no seremos capaces de enfrentarnos a las dificultades, aumentará nuestro miedo y nuestra inseguridad. Sin embargo, si damos la cara, aunque con los mismos miedos e inseguridades, al atravesar por estas situaciones poco gustosas, vamos ganando en experiencias, vamos recorriendo caminos que el día de mañana ya no serán nuevos ni desconocidos, sino por el contrario, tendremos más herramientas y recursos de los cuales echar mano cuando los necesitemos.
Las respuestas y todo aquello que necesitas están dentro de ti…
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